Los vinos con Denominación de Origen (D.O.)totalizaron este año 1.075 millones de litros, con alza de 5,7% respecto de 2012. La producción de vinos sin D.O. aumentó 40,1%, cerrando en 136 millones de litros, mientras que los vinos de uva de mesa cayeron 7,3% (71 millones de litros).
Los vinos con D.O representan 83,8% del total, los vinos sin D.O. 10,6%, y los de uva de mesa 5,6%.
El aumento de 3,6% en la producción total de vinos es el menor incremento de los últimos años, tras registrarse alzas de 14,4% en 2012 y 16,7% en 2011. El 2010 la producción de vinos cayó 10,3% a causa del terremoto.
Entre los vinos con D.O., la producción de Cabernet Sauvignon fue de 372.156.140 lts., con 35,2% del total. Le siguen el Sauvignon Blanc con 159.881.099 lts. (15,1%), Merlot 128.562.105 lts. (12,1%), Carmenère 96.053.029 lts. (9,1%), Chardonnay 93.793.112 lts. (8,9%), Syrah 79.113.112 lts. (7,5%), Pinot Noir 26.160.902 lts. (2,5%), País - Mission 18.310.152 lts. (1,7%), Moscatel de Alejandría 17.609.627 lts. (1,7%), Pedro Jiménez 17.078.006 lts. (1,6%), Otras Variedades 49.892.666 lts. (4,7%).
Por regiones, la producción de 1.075 millones de litros se divide en: Región del Maule (509 millones lts), Región de O´Higgins (360 M lts), Región Metropolitana (133 M lts), Región de Coquimbo (38 M lts), Región del Bio Bio (18 M lts), Región de Valparaíso (15 M lts), Región de Atacama (831.000 lts).
Los espumantes y champagne se toman el mercado chileno
Las ventas suben año a año en el mercado nacional e internacional, dejando de lado su característica de 'área de nicho'. La incorporación de nuevas marcas generó el interés en varias viñas chilenas de producir sus propios espumantes.
Por años, en el mercado chileno dominó la marca Valdivieso, ingresando luego Undurraga, Viña Mar, Cono sur, El Aromo, Miguel Torres, Santa Carolina y Calyptra (Champenoise). Destaca también el ingreso de Concha y Toro con espumantes provenientes del Valle del Limari, además de su filial argentina de Trivento que están embotellado en Argentina y están comercializando en Chile también.
No hay que olvidar el mercado brasileño, donde importantes marcas como Moet & Chandon, Salton y la pequeña bodega Vinicola Geisse están produciendo espumantes a base de Pinot Noir y Chardonnay en la zona de Bento Goncalvez. Esta última bodega, es de propiedad de Mario Geisse, que es el Director Técnico de Viña Casa Silva. Su bodega está administrada por sus hijos Daniel, Rodrigo e Ignacio, los cuales nacieron en Brasil.
Desde Argentina, destacan diversas marcas presentes en el mercado Chileno como Norton, Chandon, Casa Boher, Cruzat y Zuccardi, las cuales han tenido un desempeño acotado frente a la amplia oferta chilena.
Un placer internacional
En esta vorágine, diversas marcas de champagne franceses están ingresando al mercado chileno, al igual que cava español, prosecco italiano, espumante alemán y argentino, dinamismo que hace prever que se vienen interesantes movimientos de stock interno.
Es por esto que Andes Wines realizará “La Noche del Champagne & Espumantes”, evento exclusivo que unirá a marcas de Champagne francés, espumantes de Argentina y Chile, el cual se realizará en el Restaurant Zanzibar Underground en Borde Rio en Vitacura el miércoles 21 de agosto a partir de las 19.30.
Entre las marcas confirmadas destaca Champagne Mumm, Norton extra Brut, Brut Rose y cosecha especial brut Nature, además de Valdivieso.
La pre-venta de entradas comenzó esta semana y se realizará a través de andes@andeswines.com a un valor de $15.000 con transferencia previa al evento, y $20.000 el mismo día del evento en la puerta.
El evento tiene como fin el potenciar el alto consumo que champagne y espumosos ha asombrado a todos, y está orientado a más de 80 profesionales chilenos y extranjeros de 30+ años residentes en Santiago, seguidores de eventos entorno al vino, que en su mayoría trabaja en transnacionales y empresas chilenas, además de consumidores y compradores de los mejores espumantes nacionales e internacionales.
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Con un cóctel en el restaurante Cuerovaca, seis enólogos chilenos lanzaron su nuevo vino, una mezcla tinta, para recaudar fondos a la Casa de Acogida de María Ayuda, Catalina Kentenich, en Rancagua.
La idea de realizar este vino solidario, fue de un grupo de seis enólogos, encabezados por Aurelio Montes, enólogo de viña Kaikén en Mendoza; Felipe Uribe, ex enólogo de viña William Fèvre, Jaime de la Cerda, enólogo de viña Montgras, José Ignacio Maturana, enólogo de viña Casa Silva; Patricio Celedón, enólogo de viña Viu Manent y Cristóbal Undurraga, enólogo viña Koyle, quienes haciendo lo que mejor saben hacer, decidieron unirse para realizar esta mezcla tinta de Cabernet Franc, Syrah y Malbec, de distintos valles del país.
Al respecto Felipe Uribe señala “quisimos demostrar con este trabajo, que es posible realizar un vino para ayudar a otros. Conocemos la labor que hace la Corporación de Beneficencia María Ayuda, y nos pareció que podíamos aportar con un granito de arena. En este caso con un vino muy diferente y que representara el trabajo y las ganas que teníamos de hacer un vino amable, redondo, pero por sobre todas las cosas, generoso al degustarlo”.
Además, señala que, “la primera cosecha la realizamos en el 2010, pero quedó stand by luego del terremoto del mismo año. Ya llevamos cuatro cosechas adentro y esperamos que esto se transforme en una pequeña teletón para María Ayuda”.
El vino, estará a la venta a través de la Fundación María Ayuda, en el email vinosolidario@mariaayuda.cl y en las distintas cenas que realiza la fundación, a lo largo del país.
El vino tiene un precio de: 25.000. Y está la posibilidad de comprar 2 por $40.000.-
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Al igual que el 2012, este año la vendimia fue extrema. Este 2013, destacaron las bajas temperaturas durante todo el ciclo vegetativo, a diferencia del año pasado, marcado por altas temperaturas.
La historia climática de Chile ha demostrado que es extraño presenciar en el país una marcada influencia climática por un tiempo tan prolongado como este año. Es una costumbre, que tanto el fenómeno climático de la Niña como del Niño estén presentes durante la temporada agrícola. Finalmente uno tiene mayor influencia que el otro, entregando características climáticas específicas que se reflejan en el resultado de los vinos de ese año.
Este año la exclusiva influencia del efecto de la Niña generó un clima extremadamente fresco y seco. Las bajas temperaturas del mar en la costa oeste sudamericana y la poca fuerza de los frentes antárticos, provocaron que la época primavera-verano fuera fresca y muy seca. Esta condición retrasó todos los estados fenológicos de las uvas; la brotación (fines de septiembre), la floración y cuaja (principios de diciembre) y el envero (fines de enero).
Iniciamos la vendimia dos semanas más tarde de lo habitual, el 26 de febrero, con el tradicional Pinot Noir que utilizamos para la elaboración de Cordillera Brut, proveniente de la zona de Río Claro cerca de la Cordillera de los Andes, en el Valle de Curicó.
Durante la historia de los vinos Miguel Torres en Chile, no hay recuerdos de un inicio de cosecha tan tardía. Al hablar con los agricultores de los Valles del Maule y de Itata, pequeños productores de edad, nacidos y criados en las zonas vitivinícolas más antiguas y de mayor tradición en el país, nos confirmaron que este retraso de cosecha no se había visto anteriormente y que por lo tanto, la vendimia 2013 iba a ser especial.
La baja humedad relativa durante el periodo vegetativo y de madurez fue clave para el cultivo orgánico de todos nuestros viñedos, especialmente de San Luis de Alico, en el que tiene su origen nuestra línea Las Mulas, ya que en los años en que las uvas maduran tarde, la baja humedad permite mantener la sanidad de las uvas.
Debido a las condiciones de mercado, el precio de la uva este año fue muy bajo. El “Comercio Justo” que caracteriza nuestra línea Santa Digna, generó un impacto muy importante en los pequeños productores que colaboran con la Bodega, entregándoles mayor tranquilidad y posibilidades de proyección hacia el futuro.
Muchos vinos blancos terminaron de fermentar. Son muy varietales y tienen una acidez rica y fresca. Todas las variedades; Sauvignon Blanc, Chardonnay, Moscatel, Gewurztraminer y Viognier tienen mucho carácter e intensidad aromática, tanto desde el norte del país como en Elqui (Cordillera Sauvignon Blanc) y en Limarí (Cordillera Chardonnay), como en la zona central de Casablanca, Leyda y Curicó (Las Mulas y Santa Digna Sauvignon Blanc) y en el Valle de Itata, al sur (Días de Verano, Moscatel).
La madurez de las variedades tintas puso a prueba nuestra paciencia y capacidad de adaptación. Normalmente, cada año el orden de cosecha de las distintas variedades es similar. Iniciamos con la variedad Merlot, luego Syrah, Cabernet Sauvignon y finalizamos con Carmenere. Es un orden que se ha mantenido en el tiempo, con algunas pequeñas excepciones en viñedos muy específicos, pero este año 2013, todas las viñas fueron particulares.
Probando las uvas notamos que el orden de cosecha al que estábamos acostumbrados iba a cambiar. Pasaban las fechas y ante un escenario seco y de muy buena luminosidad, decidimos esperar, hasta llegar a la madurez esperada. Es en extremo importante mantener la personalidad de cada una de las variedades. Para ello cosechamos en el momento óptimo evitando que se inicie la sobre-madurez, porque en este estado, las bayas empiezan a perder agua, ganando concentración y perdiendo los aromas característicos de cada una de ellas.
El resultado de esta espera, hizo que de manera increíble, cosecháramos en ocasiones, Cabernet Sauvignon primero que Merlot, y Carmenere antes que Syrah. Nunca antes visto!!!
Los vinos tintos aún están fermentando. Todavía les falta pasar tiempo con las pieles para ganar carácter y estructura, hacer la fermentación maloláctica que les dará suavidad y redondez, además de pasar después por su merecido reposo y crianza en barricas. No obstante, ya se puede apreciar que son vinos que tienen un color extremadamente intenso, abundante carga tánica y buena concentración.
A pesar de la distancia, todos los valles se comportaron de manera similar, tanto el Valle del Maipo (Cordillera Cabernet Sauvignon) como el Valle del Maule (Cordillera Carignan), Apalta (Cordillera Syrah) o incluso Peumo con (Cordillera Carmenere). Las uvas se cosecharon en perfectas condiciones.
Esta vendimia consolidó dos de los proyectos técnicos más ambiciosos de Miguel Torres Chile en la última década, resultado de la constancia y preocupación de todo el equipo Torres por la calidad y la diferenciación:
Santa Digna EsteladoEl primer vino espumoso fermentado en botella, elaborado con la variedad más antigua de chile, cultivada en zonas de secano y podada en vaso: variedad País. El más chileno de los espumantes, fue reconocido por la industria vitivinícola nacional durante dos años, de manera consecutiva, como el Mejor Espumante de Chile. Seguirá manteniendo su frescura única y color rosado característico.
Pinot Noir de EmpedradoTras muchos esfuerzos y luchas contra lo inesperado (pájaros, conejos, heladas...) se inició la primera cosecha en Empedrado. Las terrazas de “piedra laja” dieron sus frutos!
Las condiciones particulares de la zona, el suelo y el viñedo hacen que este proyecto tan especial, sea emblemático. A pesar de los desafíos que tenemos año a año por la naturaleza salvaje de la zona, hemos podido cosechar un pinot noir de excelencia y único en Chile. Ahora en la Bodega, toca producir un vino de gran carácter y personalidad, que esperamos sea el próximo año un gran aporte a la industria del vino chileno.
La naturaleza y el cambio climático en Chile nos sigue sorprendiendo: Un año muy especial!
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Con éxito se realizó el seminario “Nueva Institucionalidad Ambiental, Desafíos para las Empresas de la Región”, que Viñas de Colchagua A.G, el Observatorio para la Sustentabilidad del Agro OSA, de la Universidad Santa María, campus Rancagua y el Gobierno Regional, realizaron en el Hotel Santa Cruz Plaza, de Santa Cruz y cuyo objetivo fue presentar las perspectivas y desafíos de las nuevas instituciones: el Ministerio del Medio Ambiente, la Superintendencia de Medio Ambiente y de Servicios Sanitarios.
Este encuentro entre universidad, empresa y Estado, ha tenido como finalidad la oportunidad de difundir y comunicar los cambios estructurales de la institucionalidad ambiental, como consecuencia de la promulgación de la Ley 20.417, que creó el Ministerio Medio Ambiente, la Superintendencia de Medio Ambiente, el Servicio de Evaluación Ambiental y los Tribunales Ambientales.
A la actividad asistió el Subsecretario del Ministerio de Medio Ambiente, Ricardo Irarrázabal quien expuso, en una clase magistral, sobre la nueva Institucionalidad Ambiental. Además participaron Juan Eduardo Johnson, Jefe Macrozona Centro de la Superintendencia del Medio Ambiente; Patricio Bustos, Jefe Oficina Regional Superintendencia de Servicios Sanitarios y Javier Vergara, de Vergara, Galindo y Correa Abogados, quienes dieron a conocer las principales implicancias de la nueva institucionalidad ambiental aplicada al sector vitivinícola y agroindustrial de la región.
“Esta es una importante iniciativa en materia medioambiental, donde se pudo explicar a la comunidad empresarial de O`Higgins en qué consiste esta nueva institucionalidad y cuáles son los desafíos para el futuro regional. Hoy la materia medioambiental se ha tomado la agenda pública ya que estas cosas años atrás no se realizaban. La ciudadanía se ha puesto las pilas y nos ha empujado a realizar este tipo de actividades” expresó el Intendente de la Región, Wladimir Román.
Para el Seremi de Medio Ambiente de la Región de O´Higgins, Felipe Avendaño, “la nueva institucionalidad ambiental que entró en plena vigencia a el 28 de diciembre de 2012 con la entrada en funcionamiento de los Tribunales Ambientales, viene a dar respuesta al crecimiento alcanzado por nuestro país y los acuerdos internacionales que hemos suscrito que hicieron necesario este importante avance”.
“El presente seminario se hace muy necesario para integrar la mirada pública y privada y ver los avances y aprendizajes que hemos alcanzado a casi tres años de la llegada de esta importante reforma a la institucionalidad ambiental que busca entre otros objetivosmejorar la calidad de vida de las chilenas y chilenos a través del cuidado del medio ambiente” agregó la autoridad ambiental.
En este sentido, Maite Rodríguez, Gerente de Viñas de Colchagua A.G, señalo que “para nuestro sector y para la industria vitivinícola en general, resulta fundamental conocer y aplicar esta nueva institucionalidad ambiental, de tal forma que nos pueda permitir mejorar y optimizar los actuales procesos que nuestras bodegas están desarrollando en esta materia. Para cada una de nuestras 12 viñas asociadas el cuidado y compromiso con el Medio Ambiente y nuestro entorno es una prioridad”.
Por su parte, Marlene Sepúlveda, directora del Observatorio para la Sustentabilidad del Agro, OSA, declaró respecto a este encuentro, que “la realización del seminario, organizado junto a las Viñas de Colchagua, ha sido un verdadero acierto, poder aclarar los roles y funciones de la autoridad fiscalizadora contribuye a agregar valor a la gestión ambiental que realizan los distintos sectores productivos de la región. Además se ha logrado uno de los propósitos fundamentales de los proyectos FIC, financiados por el Gobierno Regional, ¿cuál es?, lograr diseñar productos ideados junto a las empresas y con beneficios directos para las empresas, por lo mismo, este tipo de encuentros se deberían replicar en otros sectores de la economía regional”.
Al seminario asistieron el Intendente y Presidente del Gobierno Regional del Libertador General Bernardo O’Higgins, Wladimir Román Miquel, el Seremi de Medio Ambiente, Felipe Avendaño, el alcalde de Santa Cruz, William Arévalo, autoridades del Gobierno Regional, Secretarios Regionales Ministeriales, Directores de Servicios y funcionarios, autoridades y académicos de la Universidad Santa María, miembros del directorio de Viñas de Colchagua A.G, empresarios, gerentes, profesionales y técnicos del área productiva y ambiental, además de estudiantes de educación superior, entre otros.
“Los desafíos son bastante importantes por lo que hay que construir una relación de confianza entre el sector público y el sector privado. No deben andar de forma independiente sino que lograr buenas instancias de coordinación para generar buenos incentivos al cumplimiento ambiental” comentó el Subsecretario del Ministerio de Medio Ambiente, Ricardo Irarrázabal.
Cabe destacar que el Observatorio para la Sustentabilidad del Agro, OSA, es un proyecto financiado por los Fondos de Innovación para la Competitividad FIC -R 2012, del Gobierno y su Consejo Regional de la Región del Libertador Bernardo O’Higgins, que tiene como misión generar una plataforma de comunicación interactiva, mediante una página web, que facilite la discusión y difusión de información y desarrollo de investigación científico-técnica sobre soluciones energéticas y medio ambientales de la Región.
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El contexto económico, la disponibilidad de mayores volúmenes y los problemas que el vino argentino tiene para posicionarse en el exterior con un tipo de cambio asfixiante, en poco más de un año generó una tendencia impensada: que unas 500 etiquetas de exportación ahora busquen ganar espacio en el país.
El dato surge de consultas a los mismos distribuidores de un mercado para el cual, con un océano de más de 6 mil marcas, significa entre 20 y 30% más que las existentes a inicios de 2012.
Y pinta el afán, pese a la competencia feroz, de no pocas firmas pequeñas y medianas por "pelearla" adentro, atraídas por una rentabilidad que, dicen, va en camino de equiparar márgenes exportadores.
Sin embargo, para ciertas bodegas -por el momento- resulta un salvavidas. "Afuera vamos a poder vender a precios acordes apenas un 20%. El resto lo vamos a "rematar" en el mercado interno", confían los responsables de una firma maipucina con casi una década en la industria, que elabora hasta 5 millones de litros.
Pero no todos se resignan a ese plan. Las grandes bodegas recurren a un arsenal de acciones de marketing y descuentos para estimular la demanda en el on-premise o de "botella abierta" (bares, restaurantes, caterings exclusivos, etc) sin descartar vinotecas. Así lo experimentan distribuidores como Gran Casa Vinos, cuyo portfolio de 12 bodegas ya empezó a crecer.
Según su dueño, Paulo Casazza, "en el primer semestre nos visitaron 30 bodegas exportadoras con un número más grande o más chico de etiquetas, que hasta hace un año y medio estaban cómodas en el exterior hasta el año pasado".
Algunas estimaciones señalan que hay alrededor de 6.000 marcas en danza en el mercado argentino. Pese a que hay distintos criterios respecto de si se está cerca del nivel de saturación, la apuesta a no desatender el país venía perfilándose con acuerdos como los de Bianchi y Norton para la distribución nacional de los vinos sanrafaelinos, que ya cumplió 3 años.
"Ante la pérdida de mercados internacionales, percibo que están queriendo recuperar mercado interno y compensar resultados a fuerza de marcas que sacan con ese fin. A la vez reconocen la jerarquización del consumidor argentino; yo sumé 30% más etiquetas sin contar a las que están sondeando, pero no se le puede sacar más plata a la gente", reflexiona el distribuidor bahiense Guillermo Seligra, cuyo radio de acción, en base a una gama que va desde damajuanas hasta alta gama, va desde el conurbano bonaerense hasta Comodoro Rivadavia.
Mientras grandes grupos amagan con salir de "shopping", no son pocos los que pronostican un mapa más concentrado. "Hay una saturación de bodegas y el negocio ya no es lo que era hace diez años. Tarde o temprano la fisonomía deberá cambiar, porque un mercado de seis mil etiquetas no le hace bien a nadie", añade Casazza.
El caso Fermasa
En 2006, Fermasa se convirtió en la primera bodega brasileña en hacer pie en Mendoza. Con 527 mil litros de capacidad, la firma de Agrelo proyecta alcanzar 1,2 millón ya terminada; mientras, va por su séptima exportación a San Pablo (18 mil botellas), apura el plan de posicionamiento local.
La administradora, Renata Passos, cuenta que "comenzamos hace un par de meses a colocar nuestras líneas en el país. La idea es llegar en dos o tres años a un mix 50/50".
En ese contexto, Passos admite que "hoy por hoy no es fácil vender vino pero la gente ha recibido muy bien a los nuestros". Su línea Jerarquía ($ 192 caja de 6 en vinotecas), Baladero 2011 ($ 175 la caja), y un espumante Extra Brut ($ 168) son la punta de lanza.
Un stock de 105.000 litros, reforzado con una buena vendimia, resulta suficiente para no dejar de abastecer al consumidor paulista y sostener la incipiente inserción nacional, que ya arrancó con degustaciones y un acuerdo de tercerización con una distribuidora de Luján. Pero Fermasa ya se proyecta a Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires y Neuquén.
"Apuntamos a crecer. Las complicaciones con licencias afuera y el impacto de la inflación hicieron que nos animemos al mercado interno pese a la competencia", consigna el enólogo Sergio Alejandro.
Frente a lo que deja el comercio exterior, a la bodega, con un márgen de hasta 20%, los números le cierran. "Aún con gasto en promociones el margen es más beneficioso. Todavía no supera al de la exportación, pero está llegando a un punto de equilibrio", resume.
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Fue la temática central del 3er Foro de Nanotecnología destinado a la Industria Vitivinícola. Se buscó la inserción y complementariedad de la comunidad científica en problemáticas concretas del sistema productivo.
El Ministerio de Agroindustria y Tecnología a través del Instituto de Desarrollo Industrial, Tecnológico y de Servicios (IDITS) en conjunto con la Fundación Argentina de Nanotecnología (FAN) organizaron una jornada de trabajo para exponer las incidencias y aplicaciones de la Nanotecnología en el sector vitivinícola por medio de casos concretos desarrollados en la Argentina y para dar a conocer herramientas de financiamiento que promuevan la innovación en las pymes industriales.
Respecto al objetivo del Foro fue “aumentar la densidad tecnológica de las pymes, promoviendo la inserción de la Ciencia y la Tecnología al sistema productivo. Es decir, incentivar la investigación, el desarrollo y la implementación de la Innovación y por otro lado capacitar y transferir conocimientos a las pymes” enfatizó Gabriela Fretes, gerente General del IDITS.
Por su parte, el subsecretario de Industria y Tecnología, Martín Hinojosa expresó "la tecnología es puro valor agregado y mayor competitividad, por eso difundimos y acercamos conocimientos y herramientas que promuevan la innovación en las pequeñas empresas vitivinícolas e intentamos conocer cómo y porqué implementar la Nanotecnología en el sector vitivinícola".
Las acciones vinculadas que continuarán con este proceso tienen que ver con transferir información a la sociedad, acercar herramientas de asistencia y promoción para acompañar el proceso, desarrollo de Infraestructura, como es el Parque TIC, y puntualmente en el corto plazo la organización de una Ronda de Tecno-negocios que involucra acercar demanda y oferta tecnológica y por otro lado disponer de las herramientas financieras para esos proyectos demandados.
Durante el encuentro, las disertaciones estuvieron a cargo de la FAN con dos especialistas, Julio Raba y Jorge Herkovits que expusieron casos y desarrollo de proyectos en Argentina.
La primera presentación estuvo a cargo de Raba, quién expuso sobre el desarrollo de un Inmunosensor portátil para la determinación de Ocratoxina A. El desarrollo de este proyecto e inician desde la observación de Ocratoxina en numerosos alimentos y bebidas y su contenido máximo en diversos productos alimentarios que hoy se encuentra regulado por la Unión Europea, por lo que es de suma importancia para la industria su detección y control.
De esta manera, para minimizar su entrada y otras micotoxinas en la cadena alimentaria, es muy importante el desarrollo de metodologías analíticas de diagnóstico rápido y así monitorear los puntos de control críticos de forma efectiva. El dispositivo que se presentó es un sistema electrónico miniaturizado que puede leer la presencia o no de OTA en este caso en vinos.
En un segundo momento, la exposición estuvo a cargo de Jorge Herkovits para hablar de cómo la implementación de la Nanotecnología incide en el perfeccionamiento de la producción y la calidad de vinos. Así se presentó el proyecto Nanotoxiwine con el objetivo de generar nanopartículas de aplicación en enología y explorar el potencial de utilización de las mismas como agentes antimicrobianos, como alternativa para reemplazar el empleo de los sulfitos durante la elaboración del vino.
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