miércoles, 21 de agosto de 2013

En España hará vigilancia para evitar movimientos especulativos en la compra de pepitas de girasol

Con una campaña media-baja se paga un 25% menos que el precio de mercado
El girasol, cultivo alternativo al cereal en los secanos andaluces, atraviesa sus horas más bajas ante la presión de las extractoras para comprar la cosecha a un precio inferior en un 25% al precio de mercado. La campaña andaluza de recolección de girasol, que prácticamente acaba de iniciarse, no está siendo todo lo favorable que en un principio apuntaba, pues la recuperación de la superficie de siembra no viene acompañada de una recuperación de la producción ni de los precios, lo que supone un serio lastre para este cultivo oleaginoso alternativo al cereal de secano. Por ello, desde ASAJA Sevilla se hará una estrecha vigilancia para evitar movimientos especulativos por parte de la industria extractora en la compra de las pepitas, según señala en una nota.
   Según la organización agraria, un 20% del girasol sembrado no ha nacido por falta de tempero o se ha perdido por ataques de gusanos de suelo, pájaros y conejos, como se aprecia por los rodales perdidos en las siembras. A esta reducción de la producción se une “la drástica e injustificada bajada de los precios a los que la industria extractora pretende pagar la pipa ahora que se inicia la recolección”.

Se denunciará cualquier movimiento especulativo


   Pese a que el aceite de girasol en los supermercados e hipermercados mantiene su precio de venta, según ASAJA Sevilla “la industria extractora ha promovido algunas operaciones para comprar la pipa en Andalucía a un precio que está un 25% por debajo del precio actual de mercado. Si estos movimientos especulativos se confirman ASAJA-Sevilla lo pondrá en conocimiento de la autoridad competente para que ponga coto a estos abusos”.

   El precio en origen de la pipa de girasol se debe situar, según el valor de sus productos derivados (aceite y harina), entorno a 420 euros por tonelada, por lo que no tiene sentido que en España, país deficitario en girasol y cuya industria extractora tiene capacidad para molturar el doble de pipa de la que se produce, se intenten pagar 350 euros por tonelada, un precio que está un 25% por debajo del nivel al que se paga la pipa en el mercado internacional.

   Según los datos que manejan los Servicios Técnicos de ASAJA-Sevilla, la superficie sembrada de girasol en España es de 830.000 hectáreas, de las que se han sembrado en Andalucía 305.000 y en Sevilla, primera provincia productora, 180.000.

Una producción media.baja para esta campaña


   Con esta superficie, y teniendo en cuenta los factores reseñados (falta de tempero, plagas de gusano de suelo y ataques de pájaros y conejos) la producción para la presente campaña será media-baja, a nivel nacional no va a alcanzar las 800.000 toneladas, de ellas 300.000 se recolectarán en Andalucía, como confirman los bajos rendimientos obtenidos en las primeras parcelas cosechadas, cuando en un año normal en nuestra región, se alcanzan las 500.000 toneladas.

   Esta cosecha, media-baja no cubre las necesidades de la industria extractora, que ante la falta de stock necesitará importar materia prima a precio de mercado internacional para cubrir sus necesidades.

   Desde ASAJA-Sevilla “hacemos un triple llamamiento, en primer lugar a la industria extractora, a quien queremos advertir de que mantendremos una actitud vigilante y ante cualquier sospecha de pacto, acuerdo o movimiento especulativo, trasladaremos los hechos a la autoridad competente”.

    En segundo lugar instan al agricultor “a que no venda por debajo de precio del mercado, que viene marcado por el valor del aceite y de la harina, que es el que indica el suelo al que las extractoras tendrán que comprar la pipa de girasol para abastecer sus necesidades”. De hecho, el girasol se emplea también en la fabricación de los piensos destinados a la alimentación del sector avícola y porcino, que requieren en sus formulaciones de un porcentaje de aporte oleícola que se obtiene de la pipa de girasol.

Piden que intervengan las administraciones



    En este mercado de la fabricación de piensos, mucho más atomizado, se paga la tonelada de pipa a un precio en torno a 400 euros, muy superior al que parece que pretenden pagar las extractoras por la pipa para la producción de aceite de girasol. Desde ASAJA-Sevilla “recomendamos a los agricultores que guarden la cosecha y no la entreguen hasta que el precio no remonte, como mínimo, a niveles similares a los que se paga por la pipa para pienso”.

   Y en tercer lugar, y si las extractoras continúan con su política de precios bajos, “queremos hacer también un llamamiento a los propios consumidores y sus organizaciones, para que demanden una bajada proporcional del precio del aceite de girasol en los supermercados y puntos de abastecimiento, puesto que en caso contrario, sería la industria la que estaría obteniendo un beneficio desproporcionado a costa de agricultor y del consumidor”.

   Por último, desde ASAJA-Sevilla nos dirigiremos también a la Administración y a los organismos de defensa de la competencia para que recaben información y estén también vigilantes con este sector, que opera en situación de cuasi-oligopolio ante la falta de competencia por el cierre, en los últimos años, de algunas de las industrias extractoras que venían operando hasta ahora en Andalucía.

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