Fonterra, en medio de un escándalo

Acusan a la empresa láctea por alertar tarde sobre una contaminación.-

WELLINGTON.- La cooperativa lechera neozelandesa Fonterra retiró de la venta en todo el mundo las existencias de leche en polvo que podrían haber sido contaminadas por una bacteria que provoca botulismo, informó el miércoles pasado su presidente, Theo Spierings. "El riesgo para los consumidores es muy pequeño o inexistente", dijo a la prensa.

No hubo reportes de enfermedades resultantes de los productos afectados, pero el pánico amenaza con manchar la imagen "limpia y ecológica" de Nueva Zelanda.

El grupo Fonterra, una cooperativa formada por 13.000 agricultores, anunció el fin de semana pasado que tres lotes de suero de leche, utilizado para fabricar leche para bebes y bebidas para los deportistas, contenían una bacteria que podía provocar botulismo, una intoxicación grave que causa parálisis y en algunos casos, muerte.

Varios países, entre ellos China, Singapur, Malasia, Rusia y Arabia Saudita tomaron rápidamente medidas para retirar la leche del mercado. En tanto, Spierings viajó el lunes a China para disculparse.

El gobierno de Nueva Zelanda, agricultores y financistas criticaron a Fonterra por demorarse demasiado en informar que vendió productos de proteína de suero contaminados. La contaminación tuvo lugar en mayo de 2012 a causa de unos tubos mal lavados. La empresa confirmó el 31 de julio que la misma se produjo por una tubería sucia en una de sus fábricas neozelandesas, antes de publicar un comunicado el sábado, tres días después, y un anuncio para inversores el lunes.

Nueva Zelanda, donde la exportación de leche representa el 25% del total de embarques, envió el martes a agentes del gobierno a varias sedes de la cooperativa para obtener información más clara y recuperar la confianza internacional.

Fonterra es el mayor grupo lechero de Nueva Zelanda y produce 15.400 millones de litros al año, equivalentes al 89% de la producción del país, cuya economía se basa en gran parte en la agricultura.

Por su parte, Gary Romano, gerente administrativo de productos lácteos de Fonterra, señaló que se realizará una revisión interna y externa.

En tanto, el presidente de la Federación de Agricultores Lácteos, Willy Leferink, emitió en un comunicado que "habrá un cálculo, pero no es el momento; las preguntas quién, qué, por qué, cuándo, dónde y cómo vienen después".