miércoles, 14 de agosto de 2013

Innovación en contra de la Mastitis

La Mastitis Es una de las enfermedades que provoca grandes pérdidas económicas en la industria lechera. La enfermedad se define como la inflamación de la glándula mamaria (mastitis), debido a los efectos de la invasión de bacterias o de hongos patógenos a la ubre. Los factores técnicos que predisponen al establecimiento de la infección dentro [...]
La Mastitis
Es una de las enfermedades que provoca grandes pérdidas económicas en la industria lechera. La enfermedad se define como la inflamación de la glándula mamaria (mastitis), debido a los efectos de la invasión de bacterias o de hongos patógenos a la ubre.
Los factores técnicos que predisponen al establecimiento de la infección dentro de la glándula son: la pobre higiene del ordeño, fallas en el equipo de ordeño, fallas en el manejo del ordeño, pezones lastimados o dañados.
La evidencia de la mastitis es basada en los signos clínicos, en el cultivo e identificación de los patógenos, por el muestreo y aislamiento de muestras colectadas asépticamente, por el conteo de células somáticas (leucocitos, linfocitos y macrófagos, principalmente contenidos en la leche) en los casos subclínicos.
El resultado de la bacteriología, así como de la sensibilidad a antimicrobianos en las muestras tomadas son pruebas de valoración (antibiograma)  importantes en la recuperación de la producción y la salud de la vaca.
Existen dos tipos de mastitis; aguda y subaguda. La aguda puede ser variada en signos clínicos desde leve, moderada a severa. La evidencia es la hinchazón, lo caliente, y el dolor de la ubre, pero la secreción anormal de leche puede ser acompañada por fiebre, depresión, anorexia o por otros signos de toxemia. La mastitis subclínica puede solo ser determinada a través de pruebas como la de California, Wisconsin, Whiteside, las cuales determinan una cantidad de leucocitos y linfocitos elevados en la leche.
Los cambios en la secreción pueden variar de ser levemente acuosa a la presencia de pequeños grumos blanquecinos como es en el caso de una infección debida a estafilococos, a una leche completamente aguada con grumos grandes amarillentos; como se presenta en infecciones por estreptococos y estafilococos; la secreción café con algunos rasgos de leche coagulada se presenta en las infecciones por coliformes.
Sin el tratamiento con antibióticos se puede perder gradualmente la capacidad productiva del cuarto afectado por la mastitis; se atrofia o poco a poco forma un nódulo granular dentro del parénquima de la ubre.
Las bacterias patógenas más comúnmente responsables de la mastitis bovinas en un orden decreciente sonStaphyloccocusaureus, Streptococcusagalactiae, otros estafilococos, organismos coliformes,Arcanobacteriumpyogenes y Pseudomonaaeroginosa. Además menos comunes pero de gran magnitud patógena sobre las infecciones de la ubre son Nocardia asteroides, Clostridiumperfringens, Mycobacteriumspp., Mycoplasmaspp.  En vacas crónicas de mastitis y con tratamientos prolongados encontraremos microorganismos como son los hongos y las levaduras contaminando al interior de la ubre.
El tratamiento se establece de acuerdo a la signología y a la sospecha de microorganismo involucrado. Aquí denotamos si son microorganismos contaminantes por el medio ambiente (coliformes) o por el manejo en sala de ordeña (estreptococos o estafilococos). Se podrán establecer las medidas correctivas en la higiene para evitar la contaminación a través del pezón de la vaca.
Las perdidas y los daños provocados por la mastitis clínica son ampliamente conocidos, tanto la reducción en el rendimiento como en la calidad, así también como en el rango de eliminación, la elevación del costo de la producción por el tratamiento y la leche de desecho, incluyendo el impacto negativo en la fertilidad, si la mastitis ocurre en un estadio temprano de la enfermedad.
El impacto económico de la mastitis es dirigido directamente a los efectos asociados de la inflamación en la infección original.
Un exceso del proceso  inflamatorio da como resultado un daño irreversible al tejido de la ubre, impactando a la fisiología en la producción láctea.
En la mastitis aguda los signos clínicos son usualmente obvios y severos.
La mastitis aguda no sólo es causada por la bacteria E.coli sino por otras bacterias como son los estreptococos y estafilococos.
Estas bacterias y especialmente sus toxinas, inducen los signos clínicos típicos de la inflamación: Fiebre, atonía ruminal, dolor y un aumento masivo del tejido en el cuarto afectado. El dolor estará presente en cualquiera de las presentaciones de mastitis moderada o severa. Aunque el dolor en la inflamación ha sido demostrado que es el resultado directo de un estado de hipersensibilidad en el tejido afectado desde que se origina la inflamación.
Esta afectación podría concluirse que reduce severamente la aceptación del equipo de ordeña por parte de la vaca y la cual posiblemente la vuelva a aceptar una vez que el proceso de inflamación sea reducido y curado.
En relación al potencial por el daño irreversible en el tejido de la ubre afectada, a causa de la inflamación tendrá en su consecuencia en volver lentamente al desempeño productivo.
Como resultado de la restauración en la condición de la vaca, el bienestar de ella, el desempeño de la productividad se acelerará.
Es de mucha consideración conocer como una vaca,la cual presenta con una cuenta de células somáticas elevada, pueda ser debido a otros factores ambientales como los corrales sucios, camas contaminadas, estrés calórico, alta humedad, y a infecciones crónicas como es el caso de la tuberculosis o la brucelosis bovina.
Recomendaciones
En el caso de una mastitis aguda se sugiere que antes de medicar se tome una muestra de leche para cultivo microbiológico y el estudio del antibiograma , mientras se esperan los resultados se podrá aplicar Doblepen L en infusión intramamaría, cada 12 horas y por un mínimo de tres días. A todas las vacas que se van a secar se les sugiere la aplicación de Doblepen S, al final del último ordeño y revisión de la ubre cada semana y al parto la revisión microbiológica de la leche calostral. Aplicar la vacuna Mastivac y repetirla a las dos semanas posteriores.

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