“La diferencia de los lácteos se la lleva el Gobierno”

Carlos González, de la Mesa Nacional de Productores Lecheros, acusó al Gobierno de quedarse a través de impuestos y supermercados amigos con la brecha de precios entre productor y consumidor.

En el matutino económico Ámbito Financiero salió publicado que los lácteos argentinos, al tipo de cambio oficial, están entre los más caros del mundo. Esta diferencia no se observa en lo que cobran los productores primarios, por lo que en el medio se genera una brecha que la terminan pagando los extremos de la cadena. Desde la Mesa Nacional de Productores Lecheros, el tambero de FAA Carlos González señaló al Gobierno como el gran beneficiado, y afirmó que dicha diferencia se ha ido incrementando en los últimos cinco años.

“Hay una diferencia monstruosa entre el precio de la leche del productor y el del consumidor. En Brasil vale 48 centavos de dólar y el precio al público es más barato que acá. Alguien se queda con la diferencia, y ese es el Gobierno”, apuntó González.

¿Por qué acusó al Gobierno de beneficiarse con esta situación? “Una parte (se la queda) con los impuestos y otra parte con los socios. El litro de leche, del 2008 hasta ahora, aumentó 170%, (mientras que) al consumidor (subió) 320%. Deberíamos cobrar 3,2 pesos el litro, cuando cobramos 2 pesos”, respondió.

En los quesos es donde mayormente se ve esta diferencia: “Ese queso vale 48 pesos en la fábrica, el supermercado lo tiene entre 130 y 150 pesos de kilo. Algún día tiene que cambiar esto en la Argentina”.

Este proceso ha sido denunciado por las entidades por la concentración que ha acarreado en la producción tambera. “Quedan pequeños productores. Los tambos de menos de 2 mil litros no son rentables. Es más rentable alquilarlo para cualquier actividad, no hay espalda ni posibilidad de diversificar. Cuando un productor es chico, como los que representamos, tiene que hacer una sola cosa. Con el tambo solo no tiene posibilidades porque no le cierran los números, por eso no se da buena nutrición”, afirmó.

Por ello, González pidió “retornar impuestos, permitir que las exportaciones sean liberadas y no antojadizas, que haya facilidades para prefinanciar exportaciones y la compra de lácteos por parte del Estado. Exportar significa ingreso de dólares. La leche genera mano de obra local, en relación con la agricultura de 15 a 1”.