El periodista de Clarín se refirió a las consecuencias del fallo de la Cámara Federal I, que confirmó el sobreseimiento del ex titular de la ONCCA Ricardo Echegaray.
La noticia decepcionó al periodista Matías Longoni, según sus propias palabras. La Cámara Federal I dictó el sobreseimiento del titular de la AFIP y ex de la ONCCA, Ricardo Echegaray, por la causa que se impulsó por supuestos manejos irregulares en subsidios a feedlots y otras empresas alimenticias. Esa investigación comenzó con el trabajo periodístico de Longoni, que ahora ve como un “funcionario clave” del gobierno kirchnerista logra sobreponerse a la labor del poder Judicial.
Para Longoni, en el expediente judicial “no se investigó nada”, y se lamentó porque “una vez más, la justicia federal y siempre recurrentemente la Cámara Número 1, amiga de los funcionarios del Gobierno, se pronunció ratificando un sobreseimiento que dictó el juez Martínez de Giorgi una semana antes que lo nombraran en otro juzgado federal” y amparó el accionar de los funcionarios.
“La cámara siempre falla a favor de funcionarios K. El autor de muchas de estas notas no fue ni siquiera citado a declarar. Ni siquiera las pruebas que tenía para aportar como periodista las pude aportar. Podían cruzar información con la ONCCA y Senasa a ver si cada feedlot cobró lo que debía o cobró de más”, se quejó.
El periodista recordó que “entre 2008 y 2010, la ONCCA repartió cerca de 10 mil millones de pesos en subsidios. Pagó mucho más de lo que correspondía a gente que no le correspondía”.
Además, consideró que “ganó en impunidad la Argentina, y perdió la oportunidad de hacer un arqueo sobre cómo se manejó este dinero”.
“La causa va al muere si no accionan. No veo a nadie activamente preocupándose por lo que sucedió en la ONCCA, nadie con ánimo de hacer justicia. Los sectores políticos involucrados ya hay muchos que dejaron de ser diputados. No veo vocación de que se haga justicia”, señaló.
El autor del libro “Fuera de control” cree que “el kirchnerismo no va a entregar la mano de Echegaray porque sería como entregar su propia mano. Muchos de los delitos eran para la corona, la plata iba a Olivos. Aquí hay un pacto de impunidad, que se le garantizó porque es un funcionario importantísimo de esta década”.
“Este país tiene una justicia federal complaciente con el poder político. En el medio sucedieron cosas más graves y no hubo reacciones de ningún opositor.El problema de la corrupción en Argentina es mucho más grave. Los argentinos nos estamos acostumbrando a convivir con la corrupción y la impunidad. Tenemos nuestros arranques de furia pero no hay consecuencia en las peleas que se establecen por estos temas. Está claro que estamos en un país atravesado por la mugre”, analizó.
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