domingo, 4 de agosto de 2013

Luz amarilla por malezas en el trigo

Pablo Bressa 
Asesor
Soy asesor de los CREA General Arenales (región sur de Santa Fe) y CREA Arroyo de Los Huesos (Mar y Sierras).
Esta próxima la finalización de la campaña 2013/14 de siembra de trigo, cebada y cultivos de cosecha fina en general, sin demasiados cambios en cuanto a la superficie total sembrada respecto de la campaña pasada, pero sí en las relaciones de superficie entre trigo y cebada.
Si todo finaliza de acuerdo con lo proyectado, el área sembrada con trigo será de entre un 15 y un 20% mayor que el año pasado y la cebada caerá en similar proporción.
La presente campaña en la provincia de Buenos Aires se desarrolló sin mayores inconvenientes. Hubo muy buena disponibilidad de humedad a la siembra, acompañada de temperaturas mínimas no muy extremas, lo que redundó en emergencias más rápidas y uniformes que años anteriores. Los contenidos de fósforo definidos por los análisis de suelos arrojaron parámetros dentro de los valores esperados. No podemos decir lo mismo en los contenidos de nitrógeno, que de acuerdo con los análisis los números estuvieron en varios lotes por debajo de los valores estimados, incrementando las recomendaciones de fertilización con nitrógeno, que impactará directamente en el costo de producción final.
Una nota distintiva para esta campaña se da en cebada, dada por una mayor disponibilidad de variedades que el año pasado, diversificando la base genética sembrada. En el caso del trigo la oferta de cultivares siempre ha sido mucho más amplia.
Con la siembra avanzada, ¿cuáles so las decisiones que debemos tomar en los próximos meses? En primer lugar, los controles tempranos de malezas; ya en 4 hojas debemos comenzar con las aplicaciones de herbicidas de hoja ancha y también aquellos que actúen sobre avena negra y raigrás, estas últimas malezas de mayor presencia en el centro sudeste bonaerense. En el tema malezas se nos está prendiendo una luz amarilla de alerta en relación a la resistencia a glifosato en raigrás, nabo y nabón, en el centro y sudeste. Posteriormente a los controles de malezas, deberemos fertilizar con nitrógeno que, según detalláramos, en varias situaciones los niveles de nitrógeno a utilizar serán superiores a otros años, pero que son imprescindibles para obtener rindes y calidad rentables. Para tal efecto se necesitará determinar la cantidad a usar según el objetivo productivo a seguir.

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