viernes, 2 de agosto de 2013

Más puntos para proveer semillas listas para usar

La nueva campaña agrícola. Syngenta lanza desde Argentina un nuevo insecticida para soja
La imagen de una sembradora enterrada en la nieve en el estado de Iowa el 12 de mayo era un claro síntoma del atraso de las siembras en Estados Unidos. Pero un poco más de dos meses después, el escenario se revirtió.
“Si hoy miramos una foto sacada la semana pasada en el mismo punto del corn belt, veremos unos cultivos espectaculares; de una cosecha que pintaba para pobre se perfila otra que puede llegar a ser récord en soja y probablemente también en maíz”.
Con esta primera mirada respondió a La Voz del Campo Pedro Rugeroni, director de la unidad comercial de Syngenta para Argentina y Uruguay, para abordar el escenario de la nueva campaña agrícola y la paleta de soluciones que la compañía pondrá a disposición de los productores.
 
El uso de tecnología será una de las llaves: los precios difícilmente “compensen” un bajo rendimiento; será menester adoptar estrategias para “producir más toneladas por hectárea, a un valor más bajo, para tener rentabilidad”, apuntó Rugeroni.
Bajo el lema “10 en tecnología”, Syngenta concretó esta semana en Córdoba su décimo simposio, en el que congregó a más de medio millar de asesores, técnicos y representantes de agronomías de diferentes puntos del país.
Centros de tratamiento. Para este nuevo ciclo, la compañía contará con unos 15 centros de tratamientos de semillas de soja “lista para sembrar”, varios de ellos en Córdoba –a través de asociaciones con Pyme locales, informó Carlos Becco, director de cultivo de soja de Syngenta para Latinoamérica Sur.
La tecnología Plenus incorporará en esta campaña otra novedad; la Argentina será base de lanzamiento a nivel mundial. Se trata de Fortenza, insecticida de una nueva familia que tiene el poder de controlar insectos lepidópteros en la etapa inicial del cultivo. Brinda una protección de 30 días y permite llevar adelante la siembra sin sobresaltos. “Esta tecnología también es muy complementaria con la nueva soja RR2 que está por lanzar Monsanto, con resistencia a insectos”, comentó Becco.
Como filosofía, Syngenta apuesta a “integrar las tecnologías para ofrecer una solución completa; no alcanza con tecnologías separadas, es imprescindible que se complementen”, añadió.
La soja “gauchi” ya fue. Al igual que Rugeroni, Becco advirtió que en términos económicos el productor enfrenta un ambiente “cada vez menos amistoso, con precios que están desafiados”.
“Entonces sostenemos que el modelo de esta soja ´gauchi´, la soja baratita, dos litros de glifosato y aguantar hasta la cosecha, es un modelo que expiró. Hoy tenemos que apuntar a maximizar los rendimientos, a una soja profesional. Es la única manera de ser sostenibles y competitivos en un cultivo que es absolutamente crítico para el productor argentino”, dijo Becco.
En la línea del manejo profesional de semillas, apuntó que la compañía está trabajando sobre un proyecto para reemplazar las clásicas bolsas por bolsones (big bags), lo que demanda cambios en la logística de los semilleros y del productor. “Estamos convencidos que en unos pocos años va a haber un cambio profundo en el sistema”, indicó.
Portafolio. Con nuevos híbridos que incorporan la biotecnología Viptera (resistencia a glifosato y gusanos, entre ellos la isoca de la espiga), Rugeroni mencionó que Syngenta adelantó la precampaña de maíz. “Es la vedette del año, hemos tenido una recepción fantástica y los productores lo van a ver mucho más este año cuando lo puedan sembrar en el campo”, aseguró.
En la paleta de semillas, se incorporan dos girasoles (3970 y 4070), con alto rendimiento y alto aceite (“entre 600 y 700 kilos más que los compeditores”).
Rugeroni citó además el lanzamiento del fungicida Amistar Xtra Gold, con una formulación oleosa que posibilitará ahorrar muchos envases plásticos.
Para el control de isocas en soja, Syngenta ofrece Voliam Flexi, “un producto que tiene una altísima performance y le va a permitir al productor, a un precio muy interesante, tener un control más amplio”, mencionó Rugeroni.

Pedro Rugeroni. “Si hoy tenemos una foto sacada la semana pasada en el ‘corn belt’ (cinturón maicero estadounidense) veremos unos cultivos espectaculares; de una cosecha que iba a ser pobre se perfila otra que puede llegar a ser récord. Habrá que compensar precios más bajos con más producción y tecnología”.
Carlos Becco. “El modelo de esta soja ‘gauchi’, la soja baratita, dos litros de glifosato y aguantar hasta la cosecha, es un modelo que expiró. Hoy tenemos que apuntar a maximizar los rendimientos, a una soja profesional. Es la única manera de ser sostenibles y competitivos en un cultivo crítico para el productor argentino”.

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