lunes, 26 de agosto de 2013

Panorama de la Agricultura.-

Preocupa la escasa reposición de nutrientes en cultivo de soja

Especialistas del Inta aseguran que se cubre la mitad de lo que debería reponerse, el poroto se lleva u$s3.000 millones del suelo. Para Profertil, la reposición de azufre y nitrógeno está en el 40% y para el fósforo el 50%.
El nivel de fertilización de suelos en Argentina es menor al necesario para hacer sostenible la producción de alimentos, señalaron expertos a la agencia Télam.

El especialista en suelos del INTA, Roberto Casas, sostuvo que “el nivel de reposición de nutrientes promedio en el campo argentino es del 35 por ciento de lo que extraen los cultivos, lo que hace que en el mediano plazo esta situación pueda tornarse inviable”.

Los técnicos señalan que para que la producción de los principales cultivos, sobre todo la soja, se necesita un nivel de reposición de nutrientes mínimo de un 60 o 70 por ciento, más del doble del que actualmente se utiliza.

En términos económicos, esos números representan una inversión total en fertilización de cerca de 3.000 millones de dólares, estimó Casas.

Según el experto del Inta, se retiran del suelo alrededor de 4.300 millones de dólares por temporada de riqueza de suelo, mientras sólo se repone alrededor de 1.300 millones.

“Esta situación genera que el proceso de degradación del suelo aumente, complicando en el mediano plazo la producción agrícola de todo el país, con rindes menores”, señaló Casas.

“Tampoco hay que perder de vista que si el productor no invierte en fertilizar adecuadamente, tarde o temprano va a verse afectado económicamente, con rindes menores y márgenes de ganancia por debajo de lo esperado”, alertó.

Por el lado de las empresas, en Profertil -compañía que produce urea y principales fertilizantes- coinciden con el diagnóstico de Casas y apuestan a que haya un cambio de conciencia y se pueda revertir la situación.

Pablo Pusseto, gerente comercial de la empresa, considera que en Argentina “hacer soja como se está haciendo, con un nivel de inversión mucho más bajo que otros cultivos y baja fertilización, no es sustentable”.

“Los niveles de reposición de nutrientes son mucho menores a lo esperado, sólo el 65 por ciento de los productores aplican fertilizantes, y los que lo hacen lo suelen hacer por debajo de las dosis óptimas”, dijo Pussetto.

Según datos de Profertil, la reposición de azufre y nitrógeno está en el 40 por ciento, mientras que para el fósforo se repone cerca del 50 por ciento de lo necesario.

Para Pussetto, esta situación se explica en parte porque “hay factores económicos y de responsabilidad de los actores de la cadena productiva que no facilitan la reposición”.

“Por ejemplo, el caso el dueño de la tierra. Hay que tener en cuenta que  muchos campos son arrendados y el dueño no puede ser un jugador pasivo frente a este escenario”, señaló.

En la actualidad, el mercado de fertilizantes es 3,2 millones de toneladas, pero para que las producciones sean sustentables tendría que estar en 4 o 4,5 millones por año.

El mercado de urea actual es de 1 millón de toneladas, pero tendría que estar en 2 millones.-










La soja coquetea otra vez con u$s 500 y la cosecha local se revaluó u$s 3000 millones


La oleaginosa volvió a los valores de hace casi 3 meses, tras mejorar 6% en menos de una semana. El clima en EE.UU. fundamental en la mejora, que seguía en la rueda continua.
Los futuros de la soja arrancan la semana en el mayor valor en casi tres meses, y al borde de superar los u$s 500 por tonelada, ante pronósticos climáticos adversos para la campaña en Estados Unidos, con cultivos en plena etapa de crecimiento y clima más caluroso y seco que lo recomendado que derivaría en una producción menor a la estipulada.
El cierre del viernes encontró a la oleaginosa en Chicago a u$s 488 por tonelada para la entrega en noviembre, con lo que en apenas 5 ruedas ganó 6%. La mejora se extendía anoche, durante la rueda continua, donde el contrato con vencimiento en noviembre se negociaba a u$s 500 la tonelada.La suba con la que arrancaba la rueda electrónica fue reflejo inmediato de inversores al reporte de la entidad de agricultores norteamericanos (Professional Farmers of America). Tras realizar un relevamiento de los cultivos, ProFarmers consideró que la producción sojera de Estados Unidos puede ser hasta 3% por debajo de la estimada por las autoridades.
El informe de los agricultores se difundió el viernes a última hora, cuando Chicago ya había cerrado las operaciones. Y se dio luego de una semana en la que se registraron temperaturas por encima de lo esperado por el mercado, incluso por el Departamento de Agricultura estadounidense (Usda) en su reporte de principios de agosto, y falta de lluvias copiosas en buena parte de las zonas productivas de EE.UU.
Así, el poroto, que es el principal cultivo y producto de exportación estrella argentino, terminó la semana pasada con un alza de 3,2%, hasta u$s 488 la tonelada, el mayor valor desde el 7 de junio último, cuando el contrato más activo había cerrado a u$s 489 la tonelada.
Con el flamante raid alcista, la oleaginosa recuperó 14% de lo que había resignado entre fines de julio y principios de este mes, cuando tocó su mínimo de operación de los últimos 18 meses: u$s 427 la tonelada, el pasado 7 de agosto. Esos 60 dólares por tonelada de mejora entre el mínimo de principios de mes y el cierre del pasado viernes implican que la cosecha argentina 2013/14 –que todavía no comenzó a plantarse– se revaluó u$s 3.000 millones.
No obstante las alzas de las últimas ruedas, el valor internacional de la soja está bien lejos de repetir la performance del año pasado, cuando a principios de septiembre marcó un récord histórico: u$s 650 la tonelada, en medio de un clima adverso que diezmó la cosecha norteamericana. Los precios actuales son 25% inferiores a los de un año atrás.
Este año no está en dudas que la cosecha en EE.UU será más que buena, incluso récord, pero el factor climático juega por estos días con el nerviosismo de los operadores, inversores y fondos especulativos.
En ese sentido, el informe de oferta de ProFarmers expone que los cultivos, tanto de soja como de maíz, estuvieron sujetos a demoras importantes en la siembra, además de clima más frío de lo habitual al principio, falta de lluvias y calor en etapas claves, lo que determinaría rindes más bajos de lo previsto.
Las producciones de soja y maíz previstas por ProFarmer están por debajo no solo de las informadas a principio de mes por el USDA, sino también de lo que estimaba el mercado.
El clima de los próximos 45 días tendrá mucho impacto en los rindes que el clima que hubo hasta el momento”, señaló el reporte de la entidad. Que consideró que “hay potencial para una buena campaña, aunque también un riesgo significante”.
En ese sentido, un reporte del climatólogo Dan Hicks, mencionado por la agencia Bloomberg y difundido la semana pasada sostiene que las temperaturas de este ciclo son “similares a las de 1996 y 1908” y que en esas campañas hubo heladas a fines de septiembre y principios de octubre que dañaron muchos cultivos.-









La soja, nuevamente el cultivo favorito de los agricultores argentinos.-
 En las elecciones de cultivos que realizan los agricultores en cada campaña, ya aparecen candidatos perdedores y ganadores. A estas alturas del año, es claro que la cebada ha sido uno de los candidatos menos votados, como consecuencia de la caída de su precio a cosecha y por los problemas sanitarios que se registraron el año pasado. Se estima una reducción del área sembrada del 15% por lo menos, por lo que la producción no superaría los 4 millones de toneladas.

La cebada ha sido afectada por la abrupta caída del precio de los granos forrajeros: "En 2013 se combinó un aumento de la producción mundial de maíz de 100 mill./t, con un incremento de 40 millones de trigo y un crecimiento de 10 millones de toneladas de cebada", cuantifica Sebastián Olivero, titular de la consultora Agro Tecei. "Aumentó fuerte la producción de todos los granos que pueden tener uso forrajero, lo que se refleja en sus precios", razona el consultor.

El trigo tampoco tendría buena performance productiva: tras un área sembrada con leve aumento, el crecimiento inicial de los cultivos implantados es lento, afectado por humedad justa o insuficiente en la región central del país. La cosecha viene bien en los países productores del hemisferio norte, que son responsables por el 90% de la producción mundial, una circunstancia que impide ser optimistas con las perspectivas de precios.
Granos gruesos

El otro candidato con mala intención de voto es el maíz: los precios del disponible y del Mercado a Término soportan el peso de la gran cosecha estadounidense y no estimulan a los productores locales. "Hice las cuentas con US$ 160 por tonelada y hay que sacar 83 quintales por hectárea para cubrir los costos de maíz con fertilizante en un campo alquilado de esta zona", calcula un productor del sur de Santa Fe.

Un candidato que puede hacer una buena elección es el girasol: los productores lo observan con interés por su menor costo de implantación respecto del maíz; por dar ingresos temprano, y por generar buenos rendimientos en primaveras con precipitaciones como prevén los meteorólogos en 2013. Finalmente, la soja parece el candidato ganador. "Con semilla y equipo propio, y sin fertilizante exige sólo 11 o 12 quintales por hectárea para implantarla por administración. Se arriesga mucho menos capital circulante que con el maíz y tiene un mercado no intervenido", la defiende el productor santafecino.
Repunte de los precios

La recuperación de precios de los últimos días de la soja proviene, sobre todo, de que la cosecha estadounidense no será tan buena como se preveía. "La sequía de 2012 perjudicó seriamente al maíz, pero menos a la soja", reconoce Olivero.

El punto de partida del repunte sojero fue el informe de agosto del USDA, que recortó la producción en 4,5 mill./t respecto de los 93 millones que se estimaban inicialmente. Posteriormente, se sumaron otros factores alcistas, como escasez de lluvias en cultivos que aún se encontraban en el período crítico de floración, lo que catapultó el efecto de los pronósticos. Adicionalmente, algunos meteorólogos adelantaron posibilidades de heladas tempranas en septiembre, que podrían comprometer el rinde final por obtener.

La suma de todos estos efectos daría como resultado una producción estadounidense de 88,5 millones en 2013, contra los 82 millones de 2012. Serían 6,5 mill./t o menos de diferencia, contra los 11 millones estimados inicialmente, un comportamiento muy distinto al del maíz, que pasó de 272 a 350 mill./t. "Una cosecha de soja como la prevista en EE.UU. no es mucho más holgada que la de 2012 si China sigue comprando a buen ritmo como se observa hasta ahora", dice el consultor.

De cara a la época de cosecha argentina, habrá que ver qué pasa en Brasil, cuya siembra comienza en las próximas semanas. "Se estima un aumento del área del 3 por ciento por la devaluación del real, que entonó los precios recibidos por el productor, que podría derivar en una cosecha de 85 a 86 millones de toneladas en la campaña 2013/2014", conjetura Olivero.

En la Argentina también aumentaría el área sembrada -el USDA estima una producción de 53 millones de toneladas- por los bajos precios del maíz. Pero para la definición sudamericana todavía falta mucho.-

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