“Para conseguir agua sacamos turno con 12 días de anticipación”

Sergio Listello, productor de Charata, Chaco, relata los inconvenientes que deben enfrentar ante el segundo año consecutivo de sequía en la región.

Los productores del Norte deben arreglárselas para poder sobrellevar los problemas por la sequía sumados a la lejanía de los puertos. Entre ellos, Sergio Listello, de la región de Charata, Chaco, justo en el límite entre el NEA y el NOA. El agua se hace desear y para conseguirla deben esperar más de una semana, nos relata.

“Van 3 años de sequía. El año pasado fue importante. En este no estamos en una situación muy buena. Venimos arrastrando un déficit financiero importante. El año pasado se declaró la emergencia a nivel provincial, pero por lo grueso, que son los impuestos a nivel nacional, no tuvimos el reconocimiento. Entonces, no sirvió para nada”, manifestó.

Si bien recibieron alguna ayuda de parte del gobierno provincial de Jorge Capitanich, Listello afirmó: “No alcanzaba a cubrir la totalidad de la pérdida, ni siquiera los impuestos que teníamos que pagar sí o sí. Fue muy limitado”.

“El problema de fondo es mucho más importante. Lo que tendríamos que ver es una reforma impositiva de fondo. Estamos en zona de mucha fluctuación climática, algo que nuestra actividad lo admite, ser productor es tener ese riesgo. El problema es que tenemos varios factores: una parte impositiva muy alta, los montos imponibles no se actualizan, tenemos las retenciones que son un impuesto fijo sobre el producto bruto, los costos que son muy altos…Es un combo que realmente nos dificulta muchísimo la actividad”, enumeró.

Listelle recalcó que “ya hubo antecedentes de sequía”, pero “conjugado con este sistema de presión impositiva se hace imposible la actividad”.

La escasez de agua es algo con lo que deben convivir no solo como productores, sino como habitantes de los pueblos. “En la ciudad no tenemos agua potable. Se vende el agua por camión, de 6 a 7 mil litros, pero hay que sacar turno con 12 días de anticipación. Los pozos están bajando, el agua se está salinizando”, contó.

Por ello, “el consumo de carne está bajando. El productor está organizado y tiene reservas. El problema que tiene es que la venta de hacienda gorda está bajando, eso dificulta todo, al igual que el productor agrícola”.