Preocupa la falta de proteínas en la soja argentina

- Marcelo Palese, técnico en nutrición de la firma Nidera, explica por qué ocurre y cómo hacer para mejorar.

La soja comienza a ser puesta bajo la lupa. Hace poco más de un mes, el secretario de Agricultura, Lorenzo Basso, manifestó su preocupación porque, observaba, veía un descenso en el nivel proteico de la soja argentina, el cultivo estrella del agro. Desde Nidera confirman esa situación, y piden prestar atención a las variedades y fechas de siembra, y a la rotación con otros cultivos.

“Antes el piso de proteínas estaba en 37%, ahora 36,5%. Pero la última campaña fue crítica, estuvo entre 32 y 35%”, nos informó Marcelo Palese, técnico en nutrición de Nidera, quien añadió: “Debiéramos empezar a ocuparnos de eso”.

Las causas son múltiples, nos cuenta: “Puede ser la variedad, el stress hídrico o una baja en la nutrición. Concretamente, la nutrición ha bajado mucho en lo que es (fertilizantes) en base a fósforo y azufre. Eso está ligado íntimamente a áreas núcleo, donde la capacidad de adaptarse de la soja es muy alta y lo que no vemos es lo que sustrae del suelo, ya que la soja, si no lo encuentra en los primeros centímetros, lo va a tratar de sacar subsuperficialmente”.

Por ello, pidió “poner freno y comenzar a considerar qué es lo que está pasando, no solo en los primeros centímetros del suelo sino subsuperficialmente, y empezar a nutrir ese cultivo como corresponde”.

Otro punto a tener en cuenta es el de la rotación. “´Hay que tratar de incluir gramíneas, maíz o sorgo. La riqueza nutritiva que retorna el rastrojo es mucho más alta de lo que es la estructura de soja”, afirmó.

Las variedades que se siembran deben ser observadas, nos explicó. “Hay variedades que tienen gran variedad para tomar nutrientes, poder adecuarse a la fecha de siembra y tener altos índices de proteínas. Hay que adecuar las fechas de siembra acorde a los que nos da los semilleros, quienes nos tiene que dar de acuerdo al grupo, variedad y ambiente los rangos de fecha adecuados”.

Por último, pidió prestar atención, “cuando estamos inoculando, si le estamos dando de comer o no (a la bacteria). Si no está fijando nitrógeno, rápidamente la soja se va a adaptar para tomar nitrógeno de la materia orgánica”.-