martes, 13 de agosto de 2013

Reservas de alimentos para ganadería: todo lo que hay que saber

Hernán García Keiruz, de Agritotal, repasa algunas cuestiones importantes al momento de pensar una buena alimentación para la hacienda.


Un tema muy difundido es el tema de las reservas, tanto de alimentos como suplementos para lo que es ganadería. Durante el invierno, la producción de pasto es menor. En la última década, las recargas de perfiles se daban en otoño.En estos últimos años esto está cambiando y las lluvias se están trasladando a la época primaveral.

Lo último se observa en la aparición de maíces tardíos. Antes, los maíces se sembraban temprano porque el suelo estaba cargado. Hoy en día, ante esta situación, tuvimos que sembrar más tarde.

En ganadería, el otoño, al no tener tanta agua, los pastizales no son tan buenos. Tenemos que estar atentos que durante el invierno tenemos menor producción de pasto. Hay además algo importante: la presión de la agricultura para sumar tierras. La ganadería se ve sometida a una presión de producir más.

Se adopta cada vez más el pastoreo mecánico y se da atención a la confección de heno como silaje, el picado de maíz y sorgo son herramientas muy utilizadas. Algo importante son los subproductos de la industria si estamos cerca de una planta procesadora, como la burlanda, que es el desecho de la producción de etanol.
Aquello que nos puede suceder es que las lluvias sean como el año pasado y los campos estén anegados. Un campo anegado nos puede hacer perder una pastura. Tenemos que cuidar el recurso forrajero y trasladar los animales en época de seca. Se los lleva a un bajo, donde el agua está más disponible.

En el caso de un anegamiento, los llevamos para la loma, así los animales con el mismo pisoteo no nos arruinan la pastura. En este momento es donde uno puede evaluar la confección de reservas. Si no tenés exigencia de utilización, no sabes si lo estás haciendo bien o mal.

La reserva y la suplementación pasan a ser importantes. Podemos usar granos, como trigo o avena, el problema es que son caros y requiere de un proceso de adaptación. Hay que trabajar con un nutricionista para ver qué necesitamos en qué categorías.

En esta época, los rodeos de recría son los que más sufren. A la recría no la podemos abandonar porque serán los productivos el año que viene. Hay un stress, ya que un animal que está pastando pasa a un corral, donde hay una competencia para acceder, además de haber más contacto con el humano. Eso le cambia el ambiente y por eso se aconseja que los cambios abruptos del ambiente siempre sean lo más suaves posibles para que el animal no sufra tanto. El stress consume mucha energía y los animales entran en una situación anabólica, por lo que consumen reservas.

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