Silos bolsas argentinos en EE.UU.

Aunque muchos lo consideran un invento argentino, el silo-bolsa nació en Alemania, en los años 70. Pero recién tuvo éxito mundial cuando Zacarías Klas lo desarrolló con su firma Ipesa. Por acá, el apogeo llegó en el 2000, durante la crisis que impulsó a los productores a guardar los granos como reserva. Ipesa es la [...]

Aunque muchos lo consideran un invento argentino, el silo-bolsa nació en Alemania, en los años 70. Pero recién tuvo éxito mundial cuando Zacarías Klas lo desarrolló con su firma Ipesa. Por acá, el apogeo llegó en el 2000, durante la crisis que impulsó a los productores a guardar los granos como reserva. Ipesa es la líder del sector, que logró, con una receta tan secreta como la de la Coca-Cola, mezclar tres tipos distintos de polietileno. La empresa se expandió en Brasil y Canadá, en un negocio que hoy se basa en un 30 por ciento en la exportación, lo que le permite compensar la caída de 5 por ciento de sus ventas en la Argentina. En el país hay otros jugadores, como Plastar, que representa el 15 por ciento del mercado, Implex Venado, con una proporción menor, y Thyssen, de Federico Saachi Thyssen, heredero del coloso alemán conocido por los ascensores, que vive en sus campos del Litoral. El último contrato que acaba de sellar Ipesa es con el grupo San Miguel, de capitales argentinos y que ya cultiva 12.000 hectáreas en el Delta del Mississippi, donde el valor de la tierra es el mismo que en la Pampa Húmeda (antes su cotización era tres veces más), no tienen retenciones y si los precios de los granos bajan, reciben subsidios del gobierno de Obama.

* La Asociación Argentina de Angus, que cobija a los cabañeros de esa raza, es una de las más tradicionales y la que lleva el mayor número de animales a la exposición Rural de Palermo. Su presidente, Alfredo Guzmán, dueño de Celusal, líder en el negocio de la sal, parece decidido a patear el avispero. Según trascendió, buscaría quitarle a la Sociedad Rural el manejo exclusivo de los registros de pedigree.

* Santiago del Solar, directivo de los grupos CREA, fue a La Matanza a reunirse con distintos dirigentes barriales con la intención de explicar por qué falta trigo. Allí le contaron cuál es el verdadero impacto del precio del pan en la dieta de los que menos tienen. Un guiso para nueve personas sale en la cooperativa La Juanita $110, y deben destinar aparte otros $32 para dos kilos de pan. Del Solar les explicó que los problemas con el trigo van a seguir ya que en la próxima campaña “habrá un plano inclinado hacia la soja”. El presidente de CREA, Alejandro Blacker, explica que sembrar una hectárea de soja sale US$280 y una de maíz, US$550. Blacker, un médico veterinario de 52 años, dará más impulso a la exportación de lo que se ha dado en llamar “la tecnología CREA”. Por lo pronto, salió desde las tranqueras hacia la gestión de los municipios. Junto al Cippec (Centro de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento) y la Red de Acción Política (RAP), un grupo de ocho intendentes de las ciudades de Rosario, Santa Fe, Rafaela, San Francisco, San Miguel de Tucumán, 25 de Mayo, Zárate y Ushuaia se reúnen, comparten experiencias y asesoramiento técnico.

* Quienes visitaron la planta de Altos Hornos Zapla en Jujuy, aseguran que parece atada con alambre. Sin embargo los obreros y técnicos de larga data en la empresa hacen milagros y la firma es una de las pocas que produce aceros especiales para autopartes y que tiene el visto bueno de la sueca Scania y de la alemana Volkswagen. El polémico empresario Sergio Taselli compró Zapla al Citibank en 1999, por un dólar y una deuda de US$73 millones para declararla después en concurso de acreedores. Hoy continúa al frente de la empresa y desde sus oficinas, sigue cerrando negocios pese a la queja de sus clientes por los precios de ese acero en barra, al que le carga US$75 por tonelada de flete, y factura las barras para engranajes y otras autopartes en US$1.500 la tonelada.

* Pese a que en la city los operadores ya califican el blanqueo como un papelón que no remonta, en la AFIP lo defienden, al señalar que el mundo cambió desde 2009 y que la mayoría de los países de la OCDE tienen políticas similares y permanentes. En Italia, comentan, sólo cobran un impuesto especial del 5 por ciento a los activos no declarados. Los técnicos de Ricardo Echegaray evitan la palabra blanqueo, y hablan de régimen de exteriorización. También dan como ejemplo el acuerdo entre Londres y Liechtenstein para los fondos negros y el amplio perdón que decretó Portugal.