domingo, 4 de agosto de 2013

Tres Marías: el esfuerzo de un equipo que recoge frutos en Palermo

En su trayectoria, la cabaña de Horacio Gutiérrez ya logró el récord de 21 grandes campeones con la raza Angus.-

La cabaña Tres Marías, de Horacio Gutiérrez, no para de ganar en Palermo. Este año obtuvo su Gran Campeón número 21, entre machos (12) y hembras (9), un récord para todas las razas, dicen en la Rural.
Selección, tecnología, genética, golpe de vista, experiencia y, por sobre todo, tener un buen equipo de trabajo parece ser la fórmula del éxito de esta cabaña fundada en Benito Juárez en 1957.
El ingeniero agrónomo Gutiérrez, nacido en esa localidad bonaerense hace 80 años, está acompañado en esta empresa por tres de sus cinco hijos, que aunque cumplen tareas específicas, todos hacen de todo, Francisco nació en 1961 y estuvo en el vientre de su madre cuando ese año la cabaña comenzó a competir en Palermo. Es el mayor de los varones y se dedica al pedigree, la selección de madres y donantes.
Juan Horacio (Johnny), nacido en 1972, y, vaya otra coincidencia, también estaba en el vientre de su madre cuando en 1971 Tres Marías ganó su primer Gran Campeón en la Rural. Se ocupa de los Puros Controlados.
Marcela María, la mayor, trabaja en la administración "ayudando en todo", dice. Hace de soporte cuando su padre y hermanos están de viaje administrando otras cabañas; está en el día a día para atender proveedores o a algún cliente.
Tres Marías es una típica empresa familiar en la que Susana (Susy, con quien Horacio cumplió la semana pasada 55 años de casados y con quien tuvo otras dos hijas y 17 nietos), es la que sabe poner paños fríos en los momentos de asperezas.
El nombre de la cabaña remite a las tres hermanas de Horacio: María Delia, María del Carmen y María Laura. Y la tradición siguió con sus hijas: Marcela María, María Inés y María Cristina.
A continuación, una síntesis del diálogo que RMN mantuvo con estos "ganaderos ganadores" en el stand de Angus en la última Rural.
-¿Cuál es la fórmula para producir grandes campeones?
Horacio: -Hay que tener muy claro lo que uno busca, que es un animal de carne. Las condiciones que tiene que tener y no apartarse de una línea, que es el engorde a campo. Se busca un animal que tenga características transmisibles. Que defina un plantel uniforme a través del tiempo, sin correr con las modas de cada año.
Francisco: -La fórmula es querer tener el mejor bife en el plato. De ahí arranca todo para atrás: cuál es el mejor novillo y cómo se llega a ese novillo y sus mejoradores, que son los toros. Hay muchas herramientas que facilitan el trabajo, como las DEP (diferencias esperadas de progenie), ecografías para observar la calidad de la carcasa y de la carne, entre otras
Marcela: -Además de la importancia de las DEP y de las ecografías, que cualquiera lo puede hacer, la diferencia entre las cabañas es el golpe de vista: darse cuenta fenotípicamente de si un animal es bueno o malo. Para eso hay que estar detrás de las vacas. Se aprende día a día.
-¿Cuáles son las características de un Gran Campeón?
Johnny: Tiene que ser un animal intermedio, que camine bien, con buen desplazamiento, suelto, sin problemas de aplomo, de facilidad de engorde y buena musculatura, de buena estructura y calidad racial.
-¿Cómo se lo prepara?
Francisco: A los elegidos para competir se los prepara desde los dos meses de edad; se les da un trato especial, se los amansa y se los raciona. La exposición es sólo una pequeña muestra del plantel, obviamente, de lo mejor que tenemos en el campo. Ahora, ¿cuándo uno piensa que puede tener un gran campeón? Cuando el jurado le da la palmada.
-¿Qué animal ganador les deja un recuerdo especial?
Horacio: Del primero que tuvimos (en 1971) tengo un recuerdo fantástico. Ese año tuvimos los tres mejores machos de Palermo. Pero no nos olvidamos de otro animal, Zorzal, que fue Gran Campeón en 2004. También hubo una hembra memorable, la primera bicampeona en Palermo (2010 y 2011). Fue algo excepcional. Es hermana del Gran Campeón Macho de este año (Federal).
-¿Tienen genética propia?
Johnny: Tres Marías viene trabajando hace mucho tiempo con genética propia y cada 4 o 5 años compra de otras cabañas argentinas. También viajamos a los Estados Unidos y a Canadá para incorporar algún toro o genética nueva.
-¿Cuál es la clave para trabajar con armonía en familia?
Francisco: Acá, está el rol fundamental de mi madre. Como buena madre cuando hay un roce o asperezas, que obviamente los hay entre hermanos que trabajan juntos, siempre está allí para conciliar.
También es fundamental el equipo humano. Tenemos a la cabeza de la preparación de animales a Sergio Molina, que hoy tiene 38 años y trabaja hace 25 con nosotros y es nuestro cabañero principal. Cuida los animales como si fueran suyos. En síntesis, se necesita un muy buen equipo para poder llegar adonde llegamos.

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