A principios de mayo Cristina prometió que se reintegrará la totalidad del impuesto a los productores (calculó u$s 600 millones). Pero luego se supo que Moreno dio de baja el plan por su compleja instrumentación. En el sector triguero amenazan con iniciar acciones legales. Se sembraron menos de 4 millones de hectáreas y nuevamente hay riesgo de desabastecimiento para el año que viene.
En las últimas horas se generó un alto grado de polémica ante las versiones que indican que el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, dio de baja el plan anunciado por Cristina Kirchner para devolver las retenciones a los productores de trigo.
Si bien el propio Moreno salió a ratificar por medio de un comunicado la plena vigencia del fideicomiso triguero, lo cierto es que la mayoría de los productores descree que el reintegro del 23% de los derechos de exportación se haga efectivo en su totalidad.
“Estamos evaluando iniciar acciones legales al Gobierno nacional si es que no devuelven el dinero de las retenciones”, advirtió a La Política Online, Domingo Capeloni, presidente de la Asociación Argentina de Productores de Trigo (Aaprotrigo).
“Hay mucha bronca en el sector porque no es la primera vez que el kirchnerismo lanza planes de estas características para incentivar la siembra de trigo y luego no cumple con nada de lo prometido”, agregó Capeloni, notablemente molesto.
Así las cosas, en las entidades encargadas de administrar el fideicomiso creado en el Banco Nación (AFA, ACA, CAPECO y CIARA-CEC) aseguran desconocer en qué estado se encuentran los fondos que aportaron al Estado en concepto de retenciones.
Lo que sí tienen en claro en estos sectores es que las cifras que dio Cristina en mayo pasado en el marco del lanzamiento del plan de devolución de retenciones será imposible de cumplir a partir de febrero/marzo cuando se coseche el cereal.
“Vamos a dejar de percibir como Estado entre 500 y 600 millones de dólares si se alcanzara una producción de 21 millones de toneladas. Pero no importa, queremos que vuelva ese dinero a los productores; que signifique un incentivo”, dijo la presidenta.
Al respecto, el productor y ex titular de Argentrigo, David Hughes, comentó a este medio que “naturalmente el productor desconfía de estos anuncios oficiales porque, honestamente, nadie piensa que pueda llegar a cumplirse”.
“Esperemos que el clima nos acompañe porque el sector está complicado financiera y económicamente”, alertó Hughes, para luego mencionar que “el Gobierno desde hace varios años nos viene dando señales para que no sembremos”.
Por su lado, el comunicado de prensa emitido por Comercio Interior afirmó que “hasta el momento se han registrado cuatro operaciones de exportaciones futuras de trigo, por un total de 8700 toneladas las cuales han reportado la suma de 495.000 dólares”.
“A medida que avance la cosecha de dicho cereal, naturalmente los importes afectados al fideicomiso por exportaciones irán aumentando sustancialmente”, señaló la cartera que conduce Moreno en respuesta a las versiones anteriores.
Otra pobre campaña
En este contexto, según datos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), en los últimos días finalizó la siembra de trigo 2013/14 habiéndose implantado en todo el territorio nacional alrededor de 3,9 millones de hectáreas.
Se trata de una cifra superior a la registrada la campaña pasada cuando se sembraron 3,6 millones de hectáreas, pero muy por debajo de la que se alcanzaba antes de la intervención oficial en 2006 cuando se sembraban más de 6 millones de hectáreas.
En el sector remarcan que las 3,9 millones de hectáreas sembradas resultan también un número menor al que pretendía Cristina Kirchner cuando anunció a principios de mayo pasado la devolución de retenciones con el objetivo de impulsar la siembra.
De esta manera, durante el presente ciclo la Argentina dependerá nuevamente de que se registren buenas condiciones climáticas para poder garantizar el abastecimiento interno de trigo y, al menos, tener un saldo exportable más o menos razonable.
Lo concreto es que hasta el momento todo marcha con normalidad: “En números absolutos, podemos decir que unas 2 millones de hectáreas evolucionan favorablemente, es decir, más del 50 % del área nacional”, detalló el informe de la BCBA.
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