Es el primer fruto de un acuerdo firmado en febrero pasado en Moscú
Uruguay y Rusia firmaron el viernes pasado “una propuesta de colaboración” para el intercambio de genética vegetal y dejaron abierta la puerta para extender el acuerdo a la genética animal, confirmaron a El Observador fuentes del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), en cuya sede se concretó el entendimiento. Interesan las especies forrajeras.
Se trata del primer fruto de un acuerdo más amplio de intercambio firmado en febrero pasado en Moscú, cuando el vicepresidente del INIA, José Luis Repetto, y el director nacional, José Silva, visitaron la Academia Nacional de Ciencias Agrícolas.
En aquella ocasión, se firmó un documento que dio el puntapié inicial al trabajo entre ambas partes en un encuentro encabezado por el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Tabaré Aguerre, y el director de la Academia rusa, Gennady Romanenko.
La semana pasada visitaron Uruguay el director del Instituto de Investigación en Alimentación Animal de Rusia, Vladimir Kosolapov, y el especialista en selección genética vegetal, Sergei Kostenko, quienes recorrieron las estaciones experimentales del INIA.
En La Estanzuela, en Colonia, recibieron el martes 13 información sobre pasturas y forrajes, semillas, lechería, invernada y genética forrajera, y recorrieron las instalaciones del centro de investigación.
Posteriormente, recorrieron la Central de Pruebas de la Sociedad de Criadores de Hereford en Kiyú y un predio de la empresa PGG Wrigtson.
Los investigadores rusos dedicaron el miércoles 14 a recorrer distintos establecimientos ganaderos para culminar en Tacuarembó, donde al día siguiente recibieron una presentación del programa de carne y lana del INIA, vieron ensayos de campo y visitaron el Frigorífico Tacuarembó antes de regresar a Montevideo.
Finalmente, Kosolapov y Kostenko visitaron el viernes 16 el laboratorio de Biotecnología de INIA Las Brujas y conversaron con referentes del mejoramiento genético animal y vegetal del instituto.
“Es muy buen la aplicación de la investigación en la producción”, comentó Kosolapov poco antes de firmar el acuerdo, y agregó que “encontramos (en la recorrida) puntos de acuerdo para colaborar”.
Recordó que para concretar el intercambio “de recursos genéticos precisamos firmar acuerdos de autorización (en Rusia) para traspasar las fronteras” y remarcó que, en tecnologías, “para almacenaje de forrajes Rusia tiene sustancias que se aplican en silos de maíz, por ejemplo, que ayudan a la digestión” del animal. Kosolapov adelantó el interés de “tener un contacto directo entre seleccionadores” de ambos países.
Luego de la firma del acuerdo, en el corto plazo ambas partes elaborarán una lista de variedades de pasturas y forrajes que interesa intercambiar, que sean capaces de adaptarse a cada ambiente. Kosolapov ya adelantó que les interesa el trébol rojo y el trébol blanco de Uruguay.
Se trata del primer fruto de un acuerdo más amplio de intercambio firmado en febrero pasado en Moscú, cuando el vicepresidente del INIA, José Luis Repetto, y el director nacional, José Silva, visitaron la Academia Nacional de Ciencias Agrícolas.
En aquella ocasión, se firmó un documento que dio el puntapié inicial al trabajo entre ambas partes en un encuentro encabezado por el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Tabaré Aguerre, y el director de la Academia rusa, Gennady Romanenko.
La semana pasada visitaron Uruguay el director del Instituto de Investigación en Alimentación Animal de Rusia, Vladimir Kosolapov, y el especialista en selección genética vegetal, Sergei Kostenko, quienes recorrieron las estaciones experimentales del INIA.
En La Estanzuela, en Colonia, recibieron el martes 13 información sobre pasturas y forrajes, semillas, lechería, invernada y genética forrajera, y recorrieron las instalaciones del centro de investigación.
Posteriormente, recorrieron la Central de Pruebas de la Sociedad de Criadores de Hereford en Kiyú y un predio de la empresa PGG Wrigtson.
Los investigadores rusos dedicaron el miércoles 14 a recorrer distintos establecimientos ganaderos para culminar en Tacuarembó, donde al día siguiente recibieron una presentación del programa de carne y lana del INIA, vieron ensayos de campo y visitaron el Frigorífico Tacuarembó antes de regresar a Montevideo.
Finalmente, Kosolapov y Kostenko visitaron el viernes 16 el laboratorio de Biotecnología de INIA Las Brujas y conversaron con referentes del mejoramiento genético animal y vegetal del instituto.
“Es muy buen la aplicación de la investigación en la producción”, comentó Kosolapov poco antes de firmar el acuerdo, y agregó que “encontramos (en la recorrida) puntos de acuerdo para colaborar”.
Recordó que para concretar el intercambio “de recursos genéticos precisamos firmar acuerdos de autorización (en Rusia) para traspasar las fronteras” y remarcó que, en tecnologías, “para almacenaje de forrajes Rusia tiene sustancias que se aplican en silos de maíz, por ejemplo, que ayudan a la digestión” del animal. Kosolapov adelantó el interés de “tener un contacto directo entre seleccionadores” de ambos países.
Luego de la firma del acuerdo, en el corto plazo ambas partes elaborarán una lista de variedades de pasturas y forrajes que interesa intercambiar, que sean capaces de adaptarse a cada ambiente. Kosolapov ya adelantó que les interesa el trébol rojo y el trébol blanco de Uruguay.
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